A muchos nos parece que esta campaña mediática actual contra la Revolución Cubana es la más grande de los últimos tiempos y quizá sea cierto pero de lo que no cabe duda es que el objetivo se mantiene intacto como desde sus inicios.
La diferencia se puede apreciar en el número de despachos pero también se puede evaluar que la tecnología posibilita una propagación mayor y que los diferentes modelos empleados para la canalización de la información están en manos poderosas que le imprimen intencionalidad dirigida a distorsionar la realidad de Cuba.
Cuando leemos los diferentes despachos de los medios se descubre que en ellos se involucran personas con un aparente nivel de información y sin embargo sus declaraciones o juicios sobre nuestro país muestran su total ignorancia sobre la historia, el carácter y las tradiciones de lucha de nuestro pueblo.
Llama la atención que no pocos de estas personas viven en una realidad donde ni se respetan los derechos humanos, ni está garantizados el acceso a los servicios de educación y salud, solo reservados para los que cuentan con solvencia económica.
Entonces donde y que cambios son los que nos están exigiendo, algunos han dicho más democracia y otros solamente democracia.
Y nos preguntamos: ¿será eso lo que quieren realmente? Nos parece que no, porque eso lo pudieran estar pidiendo para muchos países e incluso para los que se han erigido como los paradigmas del termino.
No nos llamemos a engaño, para muchos de estos ideólogos ni les interesa la democracia y muchos menos reconocer realmente como es Cuba. Lo que más les preocupa es el ejemplo de solidaridad, de altruismo, de ayuda sin importar el sacrificio que para ello tengan que enfrentar cada hijo de este pueblo y cada día es más reconocido en el universo.
No gasten más recursos en una batalla que por más de cincuenta años aun cuando han causado dolor, perdidas humanas y económicas no han podido lograr doblegar ni a uno solo de sus mejores hijos comprometidos con las tradiciones de lucha de Céspedes, Gómez, Maceo, Marti y Mella entre muchos otros que inspiraron a la generación del centenario, liderado por Fidel.
Parafraseando al Che: mantenemos que esta marcha de gigantes ha echado andar y nadie detendrá, ni los más poderosos erigidos como dueños de los destinos de este mundo. Pero Cuba, lease bien, es de este mundo y nunca será bendecida por ese imperio, porque los cubanos sabremos como defender la Patria, salvaguardar la soberanía, obtener nuevos logros y seguir labrando con todos un futuro que merecemos.
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