El desorden y la desobediencia de algunos estados ante las dediciones de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad no creo que se pueda cambiar por el llamado de urgencia ante un hecho que ha provocado el actuar criminal de Israel donde a copiado de su mayor consejero la irreverencia, insubordinación ante el llamado internacional y las resoluciones de tan alto organismo internacional.
A diferencia de algunos que creen que el presidente actual de los Estados Unidos quien recibe la herencia de quien creía que ese organismo era un estorbo y en ocasiones un instrumento, pudiera cambiar ese perfil, que aunque no ha tenido oportunidad de probarlo, bien pudiera hacerlo en esta ocasión.
Los intereses son muy grande para en tan poco tiempo de mandato y sin haber dado señas contundentes sobre el accionar de ese organismo y por otra parte haber demostrado que todo lo que uso en su campaña no ha hecho nada o casi nada por cumplir como su promesa de cambiar sobre América Latina, la inmigración, la base de Guantánamo y sus prisioneros que en un año serian resuelto pues es muy poco creíble un giro en el sentido del Consejo de Seguridad y si se tiene en cuenta que su consejera principal en el comportamiento internacional vocifera por la agresividad y la violencia pues menos aun.
El mundo y sus principales gobernantes no están tomando las cartas en los asuntos que ponen en peligro la especie humana y cuando quieran hacerlo la ingobernabilidad será tal que será imposible dar pasos seguros para salvarla.
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