sábado, 20 de noviembre de 2010
QUE MODELO DE PROGRAMACIÓN PARA LA RADIO
Desde que se puedo amplificar las señales eléctricas correspondientes a los sonidos, con lo cual se hizo posible la radiodifusión, se impuso la necesidad de diseñar mensajes, saber a quienes se les podían informar, saber las características y composición de los públicos potenciales.
Ya en la década de los años 20 del siglo XX la radio fue conformada como un medio de mayores posibilidades que sus antecesores por lo que se desarrolla en todos los contenientes casi simultáneamente aun cuando sus necesidades tuvieren al inicio diferentes motivaciones tanto económicas como culturales.
Esta evolución experimentada por el medio radiofónico en las dos últimas décadas del siglo XX y en los primeros albores del XXI ha venido marcada, entre otras cosas, por un aumento progresivo del número de estaciones (sobre todo de ámbito local), por el surgimiento de nuevos soportes para la emisión radiofónica (como es el caso de Internet)
Los modelos de programación fueron caracterizando las emisoras de radio y que desde su inicio se aplicaron de forma combinatoria como en la actualidad, donde imperan las formas mezcladas de unos en otros y están presentes más en programas que en la programación
El modelo generalista, también llamado total, al que se define así porque incluye de todo los temas que se presupone les interese a todos los públicos, él es aplicado en todas aquellas emisoras que contemplan distintos contenidos y, por tanto, ofrecen espacios variados (informativos, musicales, deportivos, culturales, etc.). En el caso de Cuba, la mayoría de las emisoras de radios aplican este modelo y en España, por ejemplo, con programación generalista son precisamente las que pertenecen a esas grandes cadenas como COPE, RNE, SER, etc. No obstante, esto no quiere decir, ni mucho menos, que otras radios de menor envergadura también empleen este modelo.
Estudios realizados en España han demostrado que las emisoras que emplean el modelo generalista es notable la audiencia que mantienen actualmente. Las preferencias de la audiencia se polarizan en dos extremos: más de la tercera parte de los oyentes, se decanta por la cadena SER, que bate su récord histórico, y en segundo lugar se concentran en torno a Onda Cero que aglutina a casi la mitad de la audiencia encuestada.
No obstante los aspectos comunes y diferentes en el modo de concebir e idear el producto radiofónico y en la manera de programar cada modelo deben constituir un tema de investigación para definir con mayor certeza como se debe diseñar o reajustar la programación en cada emisora.
No seria irracional realizar un estudio paralelo y comparativo de las diferentes emisoras de radios y los modelos de programación con el propósito de profundizar en este campo. La radio-información-comunicación y la radio con una fuerte presencia musical constituyen, básicamente, la acción radiofónica en Cuba. Ambas persisten y también se escuchan de manera prioritaria en los principales mercados radiofónicos de Europa, Estados Unidos o Latinoamérica. Acciones radiofónicas que guardan relación directa con los principios configuradores de cada empresa radiofónica o lo que en la radio cubana se define como perfil de cada emisora.
El catedrático español, Ángel Faus entiende por comunicación radiofónica “aquel producto escuchado a través del receptor que es únicamente comprensible e identificable en función de la capacidad de restitución del contenido semántico de los mensajes que tiene la grabación por un lado, y la Radio, por otro, puestos en relación con el cuadro de referencias culturales y de experiencias del oyente”
Una vez establecida esta definición, puede reflexionarse sobre la forma principal de comunicación de cada tipo de radio. Este planteamiento se realiza en el marco de la teoría de la comunicación que ha considerado tradicionalmente como funciones básicas las de informar, formar y entretener y a la que también puede añadirse la de persuadir.
Por otra parte Sanabria Martín subraya que no existen tipos de contenidos enteramente puros ya que habitualmente se entremezclan en un mensaje y que, por ejemplo, lo cultural puede venirnos en forma “pura” o a través de lo informativo e incluso a través de especies tan definidas de comunicación persuasiva como la publicidad y hasta la propaganda o –lo que es bastante frecuente a través de mensajes diversos. Merayo Pérez también destaca que no es habitual que la función del emisor o del receptor se limite a sólo una de las cuatro funciones mencionadas con anterioridad, si bien es cierto que siempre alguna será la predominante. Informar, entretener, formar y persuadir no son funciones intelectuales que aparezcan en estado puro en la programación radiofónica. Ahora bien, la selección temática de toda emisora define el tipo de radio de acuerdo a su propósito o forma principal de comunicación.
La radio, como cualquier otro medio de comunicación, ofrece diferentes tipos de contenidos cuya realización y organización en el conjunto de la programación puede atender a formas de comunicación diferentes, no sólo la informativa. La producción radiofónica de una emisora se concreta en una definición de radio y un modelo de programación determinado. La definición de radio es un concepto más amplio que el de modelo de programación, por lo que un mismo tipo de radio puede desarrollar dos modelos de programación distintos o mezclarlos, ejemplo: la radio informativa o la musical. Las radios derivan de los diferentes tipos de comunicación que puede ofrecer el medio radiofónico.
El papel que juega la radio en el servicio o la función informativa le da un sentido de cercanía con los públicos ayudándoles a integrarse en su entorno, en su sociedad, preocupándose por ellos. Es la radio que informa al oyente de todo cuanto puede afectarle directamente dentro de un cuadro amplio de referencias, siempre con una dimensión cultural e informativa implícitas como actitud de la emisora. En esta línea, Cebrián Herreros, caterético de la Universidad Complutense de Madrid, destaca el diálogo permanente de este tipo de radio con la audiencia y de la audiencia entre sí, que desarrolla el sentido más profundo de la participación, no sólo en la gestión y control de las emisoras, sino también en la elaboración de las emisiones.
Es decir, la radio-información-comunicación ofrece al oyente una comunicación intelectual –principalmente informativa con el propósito de hacerle partícipe del discurrir del entorno sociocultural del que forman parte tanto él como la emisora. La radio-información-comunicación se basa en la palabra, informa y comunica, siendo el grado de relación con la actualidad lo que diferencia a los contenidos sobre los que se basa su programación.
La referencia esta indicando que en los países capitalistas se aboga por el control y la participación popular en la realización de la programación, lo que es lo mismo en una radio interactiva.
Nuestra radio que desde el 1959 adquiere un sentido de defensa de los intereses populares la radio interactiva adquiere otra responsabilidad y está dada que por parte del colectivo creativo y los participantes en los contenidos de los programas se realicen el esclarecimiento sobre temas de incidencia en la sociedad y que se requieren llamar la atención y platearse las posibles soluciones con la participación pública.
Con el cambio de la estructura radial en Cuba cabria pensar si los modelos de programación pudieran estar ajustados a estos tiempos y atendiendo a la diversidad de emisoras en una misma región. Por lo que el modelo temático pudiera ser estudiado y puesto a prueba para investigar el impacto que pudiera producir siempre que el modelo a aplicar este bien analizado antes de ponerlo en funcionamiento.
Es importante que se estudien todos los modelos existentes, puestos a prueba y realizar con un grupo de expertos el análisis de cuales de los modelos o la combinación de ellos pudiera darle mayor vitalidad a la radio.
La generalización de los tipos de programas en vivo que hoy existen han dado una posibilidad de aproximación, inmediatez y recurrencia superior a años anteriores donde la mayor parte de la programación era grabada y existían muchos programas pequeños de hasta 5 minutos.
Con la unificación de Radio Liberación y Radio Rebelde, en marzo de 1984, esta situación se revierte y la vitalidad de la radio es fortalecida muy rápidamente. Radio Rebelde emplea en un inicio una programación muy ágil, dinámica, con un peso muy fuerte en la información donde el recurso del la transmisión desde donde palpitaba la vida de la sociedad cubana, donde se ejercía el protagonismo en la creación de la obra de la revolución hizo que “al ritmo de la vida” fuese el sello que caracterizó la señal que diferenciaba y le daba identidad a un medio radial.
Con las nuevas tecnologías y el nivel profesional de los colectivos radiales estamos en condiciones de avanzar en este sentido y darle a la radio el empuje que hoy la sociedad cubana y su máxima dirección reclaman de los medios
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