RADIO CUBANA A PESAR DEL BLOQUEO
La Radio Cubana ha sido blanco directo de la política agresiva de las diferentes administraciones de los Estados Unidos desde el mismo año 1959 y se agudizaron al pasar a propiedad estatal todas las emisoras del país.
Pudiéramos hacer una investigación sobre el costo económico ocasionado por el Bloqueo norteamericano a la Radio Cubana y seguramente la cifras tendría alrededor de una docena de dígitos, ocasionado por conceptos de cambios tecnológicos en dos ocasiones, compra de equipos y piezas repuestos a países con normas de fabricación diferentes, distantes geográficamente lo que también encarecen el flete.
Por otra parte la rotura y fuera de servicio de equipos al no tener donde adquirir las piezas de repuestos en muchos casos provocaron su baja técnica.
Pero la permanente agresión radial por parte de los EE.UU. contra Cuba, iniciada en la década del 60, ha ido escalando hasta nuestros días: Desde suelo estadounidense se han llegado a emitir en una semana más de 2 300, eso significa más del doble de horas transmitidas por nuestras 6 cadenas nacionales con 24 horas diarias. Ellos utilizan para sus trasmisiones diferentes servicios y bandas de frecuencias; para ello se han empleado desde medios clandestinos, amparados por las autoridades, hasta servicios comerciales y del propio gobierno de esa norteña nación.
Los medios han dispuestos desde aviones militares, barcos, globos aerostatitos, transmisores potentes en todas las bandas, ubicados en ese país y dirigidos a Cuba como muestra de su prepotencia, violatoria de todas las normas internacionales, cuyos contenidos están dirigidos a desestabilizar, intrometerse y subvertir en el orden el país.
Las recomendaciones contenidas en el capítulo uno del plan anexionista de Bush se incluye la distribución de computadoras, radios de onda corta, platos de satélites, decodificadores, fax y fotocopiadoras a sus mercenarios residentes en Cuba para lograr por cualquier vía transmitir información, acciones hecha a través de la Oficina de Intereses en la Habana, de forma ilegal, amparándose en la valija diplomática para hacerlas llegar a Cuba...
Las sucesivas administraciones de la Casa Blanca, con su política irracional de bloqueo ha torpedeado, desde el mismo inicio del triunfo de la revolución, el desarrollo tecnológico de Cuba, algo a veces que a simple vista no se nota, pero es una realidad cruda y constante que ha dificultado y encarecido el acceso de todos los cubanos a conocimientos actualizados y tecnologías de punta.
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También vale la pena mencionar algunas verdades no siempre visibles como: A pesar de toda su propaganda a favor del desarrollo tecnológico para disminuir la brecha digital y del libre acceso a las nuevas tecnologías, las diferentes administraciones del gobierno norteamericano han bloqueado el acceso de Cuba a éstas o entorpecido su uso durante décadas.
Otra gran campaña sobre nuestros medios ha estado encaminada a criticar el limitado uso de la libertad de expresión y ni una palabra a las trabas que ponen para tener acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación como Internet y la fibra óptica internacional.
No hay que ser un especialista para saber cuando un profesional se enfrenta a una investigación o un académico requiere conocer las tendencias de su especialidad en el mundo o no logra acceso pleno o demora en la búsqueda interminables horas por el limitado espacio de los canales de comunicación de Internet.
Sin embargo han dirigido una gran campaña a través de sitios Web financiados por varias instituciones al servicio del gobierno norteamericano sobre el uso de la red de redes en Cuba, y su consabida acusación sobre el control que ejerce el gobierno sobre ella, RSF no menciona por ninguna parte la existencia de un bloqueo norteamericano que impide a los cubanos tener acceso a la fibra óptica internacional.
La USAID, creada en 1961 con fines aparentemente legítimos, dependiente oficialmente del Departamento de Estado con un presupuesto de 850 millones de dólares anuales, sirve de canal de transmisión de movimientos y promociones de acciones encaminadas a desestabilizar, con todo el cinismo del mundo, guerras sucias llevada por la administración norteamericana no solo contra Cuba sino contra el conjunto de América Latina.
Tampoco se habla de que Cuba solo tuvo acceso a la red en 1996, cuando las administraciones norteamericanas «permitieron» conectarse a un satélite, para también ellos utilizar Internet en aras de promover la subversión interna. Desde entonces la Casa Blanca ha brindado jugosos aportes monetarios para la creación y mantenimiento de una serie de sitios Web que exhortan a la subversión interna en Cuba y llaman a ejecutar acciones terroristas, e incluso se vanaglorian públicamente de estar violando las más elementales leyes, entre ellas la propia legislación norteamericana.
El contenido reiterado desde esos sitios web está dirigido a la subversión popular, la violencia y a dañar la propiedad social. Inmediatamente en esos o en otros medios se trata de “justificar” como Cuba hace peligrar la seguridad nacional del poderoso estado de los norteamericanos, que ironía, que falacia.
Algunos no entienden como un país donde impera el “terrorismo”, según estas administraciones, se ayuda a otros en la salud, la educación, detección de situaciones de enfermedades en sus habitantes más humildes, experiencia minimizadas en los grandes medios o distorsionadas a partir de promulgar objetivos mezquinos.
La Radio Cubana sufre los embates del bloqueo donde las cifras no lograrían esclarecer el costo real que provoca no solamente en sus instalaciones sino en la población al no poder recibir en sus transmisiones contenidos de todo el caudal de información generada para ponerla al servicios de la sociedad y con ello se podría educarla mejor, informar con mayor precisión, dar a conocer tendencias sociales introducidas de forma retrazadas y distorsionadas. en el país.
La fuerza de la creación, el sentido de responsabilidad y el compromiso revolucionario han hecho posible con el ejercito de radialitas, lograr resultados importantes en bien de la sociedad cubana y modestamente se ha pueda alcanzar audiencia y lectores en nuestros medios digitales fuera de las fronteras nacionales y donde se esclarecen concepto como el utilizado por los grandes medios de “embargo” cuando el correcto es BLOQUEO.
Sin embargo la Radio Cubana crece, se fortalece profesionalmente y a pesar del bloqueo hoy cuenta con muchas más emisoras a nivel local para servir de forma priorizada los intereses de la comunidad, informar y a la vez retroalimentarse de sus públicos para ser incluidos en sus contenidos los intereses y necesidades tanto de la problemática de la comunidad como de lo más significativo del país y el resto del mundo.
La Radio Cubana ha sido blanco directo de la política agresiva de las diferentes administraciones de los Estados Unidos desde el mismo año 1959 y se agudizaron al pasar a propiedad estatal todas las emisoras del país.
Pudiéramos hacer una investigación sobre el costo económico ocasionado por el Bloqueo norteamericano a la Radio Cubana y seguramente la cifras tendría alrededor de una docena de dígitos, ocasionado por conceptos de cambios tecnológicos en dos ocasiones, compra de equipos y piezas repuestos a países con normas de fabricación diferentes, distantes geográficamente lo que también encarecen el flete.
Por otra parte la rotura y fuera de servicio de equipos al no tener donde adquirir las piezas de repuestos en muchos casos provocaron su baja técnica.
Pero la permanente agresión radial por parte de los EE.UU. contra Cuba, iniciada en la década del 60, ha ido escalando hasta nuestros días: Desde suelo estadounidense se han llegado a emitir en una semana más de 2 300, eso significa más del doble de horas transmitidas por nuestras 6 cadenas nacionales con 24 horas diarias. Ellos utilizan para sus trasmisiones diferentes servicios y bandas de frecuencias; para ello se han empleado desde medios clandestinos, amparados por las autoridades, hasta servicios comerciales y del propio gobierno de esa norteña nación.
Los medios han dispuestos desde aviones militares, barcos, globos aerostatitos, transmisores potentes en todas las bandas, ubicados en ese país y dirigidos a Cuba como muestra de su prepotencia, violatoria de todas las normas internacionales, cuyos contenidos están dirigidos a desestabilizar, intrometerse y subvertir en el orden el país.
Las recomendaciones contenidas en el capítulo uno del plan anexionista de Bush se incluye la distribución de computadoras, radios de onda corta, platos de satélites, decodificadores, fax y fotocopiadoras a sus mercenarios residentes en Cuba para lograr por cualquier vía transmitir información, acciones hecha a través de la Oficina de Intereses en la Habana, de forma ilegal, amparándose en la valija diplomática para hacerlas llegar a Cuba...
Las sucesivas administraciones de la Casa Blanca, con su política irracional de bloqueo ha torpedeado, desde el mismo inicio del triunfo de la revolución, el desarrollo tecnológico de Cuba, algo a veces que a simple vista no se nota, pero es una realidad cruda y constante que ha dificultado y encarecido el acceso de todos los cubanos a conocimientos actualizados y tecnologías de punta.
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También vale la pena mencionar algunas verdades no siempre visibles como: A pesar de toda su propaganda a favor del desarrollo tecnológico para disminuir la brecha digital y del libre acceso a las nuevas tecnologías, las diferentes administraciones del gobierno norteamericano han bloqueado el acceso de Cuba a éstas o entorpecido su uso durante décadas.
Otra gran campaña sobre nuestros medios ha estado encaminada a criticar el limitado uso de la libertad de expresión y ni una palabra a las trabas que ponen para tener acceso a las nuevas tecnologías de la comunicación como Internet y la fibra óptica internacional.
No hay que ser un especialista para saber cuando un profesional se enfrenta a una investigación o un académico requiere conocer las tendencias de su especialidad en el mundo o no logra acceso pleno o demora en la búsqueda interminables horas por el limitado espacio de los canales de comunicación de Internet.
Sin embargo han dirigido una gran campaña a través de sitios Web financiados por varias instituciones al servicio del gobierno norteamericano sobre el uso de la red de redes en Cuba, y su consabida acusación sobre el control que ejerce el gobierno sobre ella, RSF no menciona por ninguna parte la existencia de un bloqueo norteamericano que impide a los cubanos tener acceso a la fibra óptica internacional.
La USAID, creada en 1961 con fines aparentemente legítimos, dependiente oficialmente del Departamento de Estado con un presupuesto de 850 millones de dólares anuales, sirve de canal de transmisión de movimientos y promociones de acciones encaminadas a desestabilizar, con todo el cinismo del mundo, guerras sucias llevada por la administración norteamericana no solo contra Cuba sino contra el conjunto de América Latina.
Tampoco se habla de que Cuba solo tuvo acceso a la red en 1996, cuando las administraciones norteamericanas «permitieron» conectarse a un satélite, para también ellos utilizar Internet en aras de promover la subversión interna. Desde entonces la Casa Blanca ha brindado jugosos aportes monetarios para la creación y mantenimiento de una serie de sitios Web que exhortan a la subversión interna en Cuba y llaman a ejecutar acciones terroristas, e incluso se vanaglorian públicamente de estar violando las más elementales leyes, entre ellas la propia legislación norteamericana.
El contenido reiterado desde esos sitios web está dirigido a la subversión popular, la violencia y a dañar la propiedad social. Inmediatamente en esos o en otros medios se trata de “justificar” como Cuba hace peligrar la seguridad nacional del poderoso estado de los norteamericanos, que ironía, que falacia.
Algunos no entienden como un país donde impera el “terrorismo”, según estas administraciones, se ayuda a otros en la salud, la educación, detección de situaciones de enfermedades en sus habitantes más humildes, experiencia minimizadas en los grandes medios o distorsionadas a partir de promulgar objetivos mezquinos.
La Radio Cubana sufre los embates del bloqueo donde las cifras no lograrían esclarecer el costo real que provoca no solamente en sus instalaciones sino en la población al no poder recibir en sus transmisiones contenidos de todo el caudal de información generada para ponerla al servicios de la sociedad y con ello se podría educarla mejor, informar con mayor precisión, dar a conocer tendencias sociales introducidas de forma retrazadas y distorsionadas. en el país.
La fuerza de la creación, el sentido de responsabilidad y el compromiso revolucionario han hecho posible con el ejercito de radialitas, lograr resultados importantes en bien de la sociedad cubana y modestamente se ha pueda alcanzar audiencia y lectores en nuestros medios digitales fuera de las fronteras nacionales y donde se esclarecen concepto como el utilizado por los grandes medios de “embargo” cuando el correcto es BLOQUEO.
Sin embargo la Radio Cubana crece, se fortalece profesionalmente y a pesar del bloqueo hoy cuenta con muchas más emisoras a nivel local para servir de forma priorizada los intereses de la comunidad, informar y a la vez retroalimentarse de sus públicos para ser incluidos en sus contenidos los intereses y necesidades tanto de la problemática de la comunidad como de lo más significativo del país y el resto del mundo.
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