Lo medios de comunicación, específicamente la radio, pueden prestarse para la educación de diferentes materias de forma masiva. Resulta interesante las muestras y sus resultados alcanzados de clases a través de la radio sobre diferentes disciplinas en varias regiones del mundo como África, América Latina y especialmente en Cuba. Pero quiero llamar la atención sobre la función educativa que permanentemente debe tener los medios para con sus públicos.
Teniendo en cuenta el alcance y el público abarcado por la difusión de una emisora radial o el público potencial que puede ser motivado por los contenidos de tal o más cual señal no es posible perder un minuto en asuntos intrascendentes sino interesar a los oyentes con aspectos atractivos para lo que se debe planificar contenidos motivadores y movilizadores.
Si sabemos que los “medios de comunicación de masas –según escribe Habermas–, constituyen refuerzos técnicos para la comunicación lingüística, salvan distancias en el tiempo y en el espacio y multiplican las posibilidades de comunicación, por tanto, densifican la red de acción comunicativa, constituyendo complejos entornos comunicacionales”. Cuanto podemos ayudar en la formación o reforzamiento de valores en la sociedad, cuantos argumentos podemos ofrecer para la defensa de nuestra identidad. Si tenemos como premisa que podemos generalizar conceptualmente una idea con las mismas palabras para un gran número de oyentes ello fortalece el criterio cultural de un lenguaje comunicativo cotidiano, pero no para convertir valores genuinos en estereotipos sino para transformarlos en códigos representativos de lo mejor del desarrollo circundante de acuerdo a las posibilidades que los códigos de las comunicaciones permiten en cada medio en particular.
Aunque los medios transmiten una apreciación de la realidad, esta realidad debe estar basada en valores éticos defensores de actitudes de lo más revolucionario del pensamiento, perceptivo del contexto nacional y la apropiación de lo mejor del conocimiento universal. Solo así el medio de comunicación podrá jugar el papel de educador social sin tener que sustituya al aula, porque el medio debe ser una escuela permanente sin que ello este reflejado simbólicamente en el oyente, este debe diferenciar al aula del medio por su riqueza de conocimiento. En el caso de la radio, con su poder de seducción, es canal idóneo para la movilización hacia la búsqueda de mayores conocimientos que los que él propiamente transmite.
La magia de la comunicación social, a mi juicio, está en el papel de movilización hacia el conocimiento y no en la apropiación solamente del conocimiento transmitido a través de los medios porque éste puede empobrecer el intelecto por su propia naturaleza y limitaciones de sus funciones.
Educar no puede estar sólo en el aula, pero tampoco sólo en los medios de comunicación por desarrollado que éstos estén. La educación social debe corresponderse con una vinculación entre los diferentes sistemas establecidos dentro de la sociedad y su conexión estratégica con la política cultural de cada país.
Solo de esta manera, sin haber llegado a la perfección, es que Cuba presenta resultados en este sentido tan alentadores y hoy son muchos los países que aplican métodos pedagógicos de enseñanza del magisterio cubano. La interrelación aula-medio-profesor logra avanzar con mucha más rapidez y con menos personas y recursos.
Cada vez se hace más imprescindible la presencia de los medios en el desarrollo social por su poder abarcador, generalizador de ideas y conceptos y cobran un valor trascendental para la Historia de la humanidad y el desarrollo cultural.
No se podrá ignorar ninguno de los medios de comunicación que existen actualmente para elevar el nivel culturar, estos siempre son magníficos aliados cuando se manejan con sabiduría y están bien conectados a las estrategias de desarrollo de la sociedad
En el presente, la digitalización se constituye en referencia inevitable de la comunicación social, a partir de la convergencia digital, en la cual se unen en un solo canal múltiples mensajes provenientes de diferentes fuentes, pero aun no al alcance de inmensas mayorías en el tercer mundo. No obstante establece posibilidades incalculables para el acercamiento al conocimiento universal con mayor rapidez, aunque es ineludible despejar la influencia que sobre Internet someten los grandes medios de la información.
Mientras en el mundo moderno la globalización quiere hegemonizar políticamente al mundo con un sistema que ha demostrado ser incompetente para enfrentar la pobreza y las desigualdades sociales los que de forma diferente pueden tener acceso a los medios digitales de la información tendrán que incorporar todo el conocimiento para oponer a esa globalización la globalización de la solidaridad, ayuda a los desposeídos y dar a conocer la otra verdad que ocultan los grades medios.
Si bien la convergencia digital no ha superado las estructuras tradicionales, los medios de comunicación de masas tendrán que proponerse cambios sustanciales en sus contenidos para que éstos en primer lugar acompañen los cambios que hoy se están mostrando en América Latina y por otra parte constituyan verdaderos canales de información, educación y cultura para los pueblos. Solo así se podrá afirmar que los medios de comunicación juegan el papel de educadores permanentes y son verdaderos aliados de las estrategias para el desarrollo cultural de los pueblos.
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