sábado, 16 de abril de 2011

EL FARO DE LUCHA DE CUBA



La revolución cubana no es fruto de la ambición de personas para alcanzar el poder y eso precisamente confundió a los enemigos de Cuba desde el mismo primero de enero del 59.
La revolución cubana es el producto de un largo proceso de lucha que tiene sus inicios en el siglo XIX, cuando Carlos Manuel de Céspedes registra en la historia un punto de partida el 10 de octubre de 1868.
Marti logra unir nuevamente a los cubanos veteranos en la luchas con los nuevos pinos y bajo un Partido Revolucionario le da la argumentación teórica y política para continuar la lucha en 1895.
Pero el Imperialismo norteamericano desde muy temprana fecha ambiciona obtener para sí la isla de Cuba y lograr que la llave del caribe se convierta en una posición estratégica para sus negocios y nacientes piratas desde ese país.
Son diferentes momentos de lucha que en la primera mitad del siglo XX, los cubanos van agrupando a revolucionarios de diferentes generaciones y la creación del Partido Comunista con Mella y Baliño que dan una nueva ideología que naciera en Alemania con Carlos Marx y que Lenin ponía en practica en Rusia en la segunda década de siglo XX.
Los estudiantes Universitarios abrazan las luchas obreras y se tornan abanderados en el enfrentamientos contra los regimenes de oprobio y en reiteradas ocasiones se lanzar a las calles contra la policía de las dictaduras reinantes, que bajo el beneplácito de los Estados Unidos, tenían convertida a Cuba en prostíbulo, garitos de juego y una corrupción de los máximos poderes administrativos.
De esas aulas universitarias salieron los líderes de la revolución con Fidel al frente cuando se comprobó que no había otra solución que el enfrentamiento armado.
La revolución no obedecía a un entusiasmo irreverente de jóvenes, era la consecuencia natural de una tradición de lucha de nuestro pueblo que logra concretar el triunfo definitivo de nuestra independencia el 1 de enero 1959.
Es por eso que desde los primeros días, los vecinos del norte, no perdonan que a unos pocas millas de su territorio una pequeña isla se enfrente y le propicio derrota tras derrota al país que se torna más poderoso del mundo.
Arrogantes y engreídos en el credo de ser los amos del universo el oído contra Cuba no ha cejado y en consecuencia han planeado sabotajes, intento de liquidar al máximo líder y arrecian el Bloqueo criminal desde hace más de cincuenta años.
A unos días de inicio del VI Congreso del Partido, cuando celebramos los 50 años de la victoria de Girón, Cuba demostrará una vez más su capacidad de rectificar y buscar soluciones a los apremiantes problemas económicos que gravitan sobre la sociedad cubana como consecuencia también de la crisis económica mundial.
Si en la Sierra Maestra el Ejército Rebelde luchó por el Programa del Moncada, un programa no socialista, en Girón el pueblo luchó y derramó sangre por el socialismo.
Seguimos siendo el único país de América que no tiene relaciones con Estados Unidos, de modo que el cruel e histórico “aislador” se ha quedado aislado. La luz que destella en América Latina se proyecta más progresista, mucho más unificada, donde el ejemplo y la solidaridad de los cubanos ha sido fundamental.

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