lunes, 5 de septiembre de 2011

LA RADIO Y LA COMUNICACIÓN PÚBLICA.


En Cuba la radio fue un soporte imprescindible para apoyar la campaña de alfabetización y la ayuda metodológica para los profesores. A medida que se fueron escolarizando las personas este medio fue buscando el soporte teórico artístico que permitiera elevar el nivel cultural de los ciudadanos.
Para todos es conocido que al principio de haber triunfado la revolución, en l959, ni las aulas ni los profesores cubrían la demanda de iletrados que existían en ese momento, por eso la radio se incorpora fundamentalmente en el apoyo a la educación de adultos y dinamiza el proceso educativo.
En una conferencia a alumnos de Comunicación Social de Méjico se interesaron por esta experiencia cubana y se sorprendieron de cómo fue posible cumplir esta tarea sin que se sustituyera el aula.
Lógicamente esta misión que llevaba un facilitador y que hoy se extiende por varios países de América Latina debe contar con un apoyo institucional del estado como ha ocurrido en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua por solo citar los resultados más evidentes.
Al contar con un nivel escolar como el de Cuba la radio debe cumplir, en el campo de la educación, otra misión y es no dejar espacio en los contenidos a nada que no sedimente una información, conocimiento o recuerdo de algo casi ya desaparecido del acervo cultural.
Las experiencias indican que la presencia de la radio se ajusta mejor a las características culturales de las comunidades, particularmente por el aporte al vocabulario de las personas sin que ello constituya un uso inadecuado de palabras de poco o ningún uso y que seria muy difícil retener en la memoria de los seres humanos y menos aun incorporarlo a su repertorio de habla popular.
Para Bertolt BRECHT “La radio podría ser el sistema de comunicación pública más maravilloso que se puede imaginar […] si fuera capaz no solo de transmitir, sino también de recibir, permitiendo así que el oyente, además de escuchar, hable”

Si para Brecht desde l932 comprendió la necesidad de esa empatia entre la radio y sus oyentes, el desarrollo tecnológico demanda de mayor celeridad la interactividad de la radio con su público y con ello asumir los retos de apoyo a elevar el nivel cultural de la sociedad cubana con productos radiofónicos atractivos, instructivos y recreativos para estos tiempos.

Hoy la radio esta urgida de compartir los contenidos con mayor rigor entre los creadores y los oyentes, de ese intercambio saldrán serán fortalecidos los productos comunicativos y serán apropiados por todos como algo propio, que les pertenecen tanto a unos como a otros.



La fuerza de la palabra oral bien dicha, atractiva y movilizadora, seductora y comprensible no solo evocará cultura sino será un canal optimista y reflexivo de cómo debemos participar en los cambios no sólo económicos sino de mentalidad para enfrentar los retos que nos impone esta época.

Sin desdeñar otras estructuras radiales las emisoras locales son las que mejores condiciones tienen para ese acercamiento a la realidad sociocultural de su región, conoce y sabe donde están las fuentes de información, donde esta la escuela y que materia presenta mayor dificultad, también que centro de trabajo es modelo de eficiencia y cual no lo es. Tanto en uno como en otro son los protagonistas quienes deben referirse a como lo logran o porque se han quedado rezagados.

La radio constituye el mejor aliado de la comunidad si esta funciona como se plantea en su misión y el reconocimiento a la aportación para con su público y de sus oyentes estará garantizado por el beneficio que la localidad apreciara.





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