En la década de los años sesenta y setenta la comunicación radial transitaba por un formato analógico y una tecnología que ya estaba en camino del desuso y la obsolescencia pero como no se podía obtener su renovación los técnicos y creadores sacaban el máximo para que el público recibiera un producto con los requerimientos mínimos de calidad posible para poder transmitir el mensaje revolucionario.
El uso del drama imperaba en las emisoras de radio nacionales y las series que reflejaban la vida y la lucha de revolucionarios que fueron victimas de la dictadura bastitana.
En la novela cubana y las obras de la literatura internacional encontraron espacios obras de América Latina tanto cuentos como novelas.
Eran décadas donde en las programaciones radiales los contenidos encontraron escritores brillantes y justamente en esa época se fue incorporando obras de la literatura soviética que empezó a ser adapta dando a conocer el heroísmo de ese pueblo que brilló en la lucha contra el fascismo.
Muchos actores y actrices fueron incorporados a la lista de artistas lúcidos desempeñando papeles clásicos y contemporáneos conducidos por brillantes libretos bajo la sabia trayectoria de experimentados directores.
Esta introducción no es una añoranza por aquella programación porque los tiempos cambian y con ellos sus públicos y su cultura. De lo que se trata es como con las nuevas tecnologías, un público que goza de la adquisición de nuevas facilidades para el divertimento debemos lograr atraparlo para mantenerlos junto a la radio como su propia vida.
Podemos tener todo el apoyo legal y voluntad administrativa que si los productos puestos a su disposición del oyente no son atractivos pues no se lograra materializar los objetivos propuestos y por ende se hará un gasto sin respaldo real.
Pensar e investigar para conocer al público y sus necesidades de comunicación y procurar la colaboración en los contenidos sobre todo en los niveles de base como primera prioridad.
La atención a la preparación profesional de todos los que de una manera u otra participan en la creación es fundamental, elevar el nivel de la actuación para la interpretación de roles sociales, los guiones que recojan con sabiduría y creatividad esa realidad que sea capaz de seducir a los públicos es una exigencia que no se puede dilatar.
No estamos diciendo que no se haga en este sentido esfuerzos para alcanzar niveles de audiencia mayores pero aun existen potencialidades aun no exploradas para ponerlas en práctica.
Sobre la comunicación no podemos olvidar que desde la
etimología de la palabra, comunicación quiere decir puesta en común, quiere decir participación. Es una puesta en común, es un diálogo lo que significa desde el origen de la palabra comunicación.
Es un diálogo horizontal de igual a igual donde el comunicador, sobre todo, para decirlo de la manera más simple no supedita al receptor a su mensaje sino que debe ser contemplado en ambos sentidos. Por eso no es un dialogo vertical, no es un polo emisor a un polo receptor.
Entonces, lograr que nos sintamos en condiciones de explorar el formato más adecuado que permita una participación en el proceso de apropiación, del proceso comunicativo mismo.
Los medios alternativos no pueden establecer este dialogo porque silencian con su propia estructura al sujeto receptor y bloquean su capacidad interlocutora. De esta debilidad debemos alcanzar reforzar nuestra fortaleza en la comunicación y en el diseño que hagamos tener en cuenta que los públicos requieren participar o ser representados, sentirse protagonistas de lo que decimos porque se le toma en cuenta y se ven caracterizado.
El acceso y participación del público nos debe quedar claro y no nos engañemos con algunas acciones en este sentido. El llamar a la radio y decir cosas que se pierden en un universo, en un océano de impresiones lo único que logra es perder tiempo radio y el discurso será intrascendente sin motivaciones y, aun menos, comporta poca información.
Todo este esfuerzo no nos llega espontaneo, tenemos que buscarlo, atraparlo en la fabrica, centro de estudio, en el barrio, en fin, donde haya algo importante de generalizar bien sea positivo o algo que se debe sacar experiencias para no repetirlas, solo entonces estaremos correspondiendo a los requerimientos de la comunicación de estos tiempos.
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