La comunicación se establece a partir de descubrir cuales son las necesidades del auditorio y la estrategia del medio para hacer llegar el mensaje utilizando de forma racional y eficaz el lenguaje radiofónico.
Es requisito indispensable que al comunicar se ubique al oyente en un horizonte compresible y cuando no sea posible evadir términos desconocidos, recurrir a frases que ubiquen al público en la propuesta comunicativa.
Si usted, por ejemplo, nunca ha escuchado hablar de las personas o lugares que se están mencionando en el programa radiofónico, simple y sencillamente no entiende lo que se está tratando.
Por otra parte la utilización de las siglas de organizaciones u organismos que pueden ser muy común para el público nacional pero si la transmisión incluye otras plataformas como la internet, qué significado tiene para los japoneses de habla española CDR, FMC y otras parecidas?.
Esto es muy repetido en los medios y a veces no observado, pues a muchos creadores les puede parecer que estamos alargando el texto o el discurso innecesariamente, sin tener en cuenta que cada día la radio digital gana audiencia en cualquier rincón del mundo.
La fonética correcta para comunicar el nombre o la región de las personalidades que nos visitan, es otro aspecto que atenta contra la comunicación eficaz, pues es común escuchar la misma región en formas diferenciadas en las voces de cada medio, ello oscurece el mensaje porque el oyente no llega a conocer realmente de dónde viene, ni el nombre correcto de nuestro visitante.
La forma en que hemos iniciado este artículo supone que son fáciles y conocidas las recomendaciones aquí planteadas, sin embargo, veremos otros asuntos que tienen que ver con estos aspectos.
Rudolf Arnheim, de origen alemán que pasó su vida en los Estados Unidos, teórico del lenguaje radiofónico, centró su interés en el mensaje de la radio y la utilización de sus posibilidades expresivas. Toda la literatura científica de los últimos 70 años, que aborda la expresividad artística de la radio, tiene como referente obligado a este autor por ser la más seria y académica.
La falta de creatividad a la hora de publicar un mensaje puede debilitar el impacto sino se tiene en cuenta quien lo va a decir y a que hora del día, un texto que ubique algunos antecedentes del hecho o haya provocado tal efecto partiendo que todo tiene su antecedente y nada es fortuito.
Otro aspecto como es el entorno en que ubicaremos el mensaje para que el ante o después no sea contraproducente o el timbre del que habla para identificar responsabilidad y dominio de lo que se dice porque ello puede debilitar y no ser creíble la propuesta de mensaje.
.
Algo de lo que he repetido, en varias ocasiones, todo lo que se diga en un medio debe tener una justificación con su perfil, pues otros emisores pueden hacerse del crédito de lo que otro ya había dicho pero no le correspondía. Cuando sea necesario transmitirlo porque es necesario ser transmitido por la importancia y transcendencia solo utilizar lo más relevante pues le corresponde al que tiene por perfil definido el tena en cuestión emplear todo el tiempo necesario para una compresión más completa sobre el tema.
El principal denominador común de los componentes del lenguaje radiofónico es, ante todo, su ilimitada riqueza expresiva y su gran poder de sugestión. Utilizando sólo la voz, o la música, o la voz y la música, o la voz y el silencio, o todos los elementos a la vez, podemos lograr que el oyente se alegre o se ponga triste, que visualice en su mente un paisaje, que recree un movimiento, se entretenga o se aburra... Porque, en el universo radiofónico, todo es posible
.
Quien comunica tiene como fortaleza el dominio de las técnicas del lenguaje y los códigos del medio radial, busca como incorporar recursos que provoquen en el público la imaginación para sentir las sensaciones de ubicuidad, distancia, ubicación geográfica y tantos otros aspectos que sólo la radio, como medio, puede lograr.
El mimetismo, la simpleza, la falta de búsqueda, la incoherencia en los datos hacen que nadie comprenda o entienda a media lo que se le quiere decir. Por esas razones y otras el mensaje debe ser directo, claro y sencillo
Es requisito indispensable que al comunicar se ubique al oyente en un horizonte compresible y cuando no sea posible evadir términos desconocidos, recurrir a frases que ubiquen al público en la propuesta comunicativa.
Si usted, por ejemplo, nunca ha escuchado hablar de las personas o lugares que se están mencionando en el programa radiofónico, simple y sencillamente no entiende lo que se está tratando.
Por otra parte la utilización de las siglas de organizaciones u organismos que pueden ser muy común para el público nacional pero si la transmisión incluye otras plataformas como la internet, qué significado tiene para los japoneses de habla española CDR, FMC y otras parecidas?.
Esto es muy repetido en los medios y a veces no observado, pues a muchos creadores les puede parecer que estamos alargando el texto o el discurso innecesariamente, sin tener en cuenta que cada día la radio digital gana audiencia en cualquier rincón del mundo.
La fonética correcta para comunicar el nombre o la región de las personalidades que nos visitan, es otro aspecto que atenta contra la comunicación eficaz, pues es común escuchar la misma región en formas diferenciadas en las voces de cada medio, ello oscurece el mensaje porque el oyente no llega a conocer realmente de dónde viene, ni el nombre correcto de nuestro visitante.
La forma en que hemos iniciado este artículo supone que son fáciles y conocidas las recomendaciones aquí planteadas, sin embargo, veremos otros asuntos que tienen que ver con estos aspectos.
Rudolf Arnheim, de origen alemán que pasó su vida en los Estados Unidos, teórico del lenguaje radiofónico, centró su interés en el mensaje de la radio y la utilización de sus posibilidades expresivas. Toda la literatura científica de los últimos 70 años, que aborda la expresividad artística de la radio, tiene como referente obligado a este autor por ser la más seria y académica.
La falta de creatividad a la hora de publicar un mensaje puede debilitar el impacto sino se tiene en cuenta quien lo va a decir y a que hora del día, un texto que ubique algunos antecedentes del hecho o haya provocado tal efecto partiendo que todo tiene su antecedente y nada es fortuito.
Otro aspecto como es el entorno en que ubicaremos el mensaje para que el ante o después no sea contraproducente o el timbre del que habla para identificar responsabilidad y dominio de lo que se dice porque ello puede debilitar y no ser creíble la propuesta de mensaje.
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Algo de lo que he repetido, en varias ocasiones, todo lo que se diga en un medio debe tener una justificación con su perfil, pues otros emisores pueden hacerse del crédito de lo que otro ya había dicho pero no le correspondía. Cuando sea necesario transmitirlo porque es necesario ser transmitido por la importancia y transcendencia solo utilizar lo más relevante pues le corresponde al que tiene por perfil definido el tena en cuestión emplear todo el tiempo necesario para una compresión más completa sobre el tema.
El principal denominador común de los componentes del lenguaje radiofónico es, ante todo, su ilimitada riqueza expresiva y su gran poder de sugestión. Utilizando sólo la voz, o la música, o la voz y la música, o la voz y el silencio, o todos los elementos a la vez, podemos lograr que el oyente se alegre o se ponga triste, que visualice en su mente un paisaje, que recree un movimiento, se entretenga o se aburra... Porque, en el universo radiofónico, todo es posible
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Quien comunica tiene como fortaleza el dominio de las técnicas del lenguaje y los códigos del medio radial, busca como incorporar recursos que provoquen en el público la imaginación para sentir las sensaciones de ubicuidad, distancia, ubicación geográfica y tantos otros aspectos que sólo la radio, como medio, puede lograr.
El mimetismo, la simpleza, la falta de búsqueda, la incoherencia en los datos hacen que nadie comprenda o entienda a media lo que se le quiere decir. Por esas razones y otras el mensaje debe ser directo, claro y sencillo
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