VISIBILIDAD DE LA DEMOCRACIA CUBANA

Nuestras elecciones tienen la distinción del colorido a partir de los atributos nacionales y no por carteles y fotografía con títulos de “vote por fulano o mengano”. La tonalidad también marcada por pioneros con sus pañoletas orientado al votante más que cuidar y poner orden, tan característicos de elecciones capitalistas donde la similitud es mayor con una guerra, por los efectivos movilizados para cuidar y poner orden, que para que se ejerza la llamada DEMOCRACRIA. Por coincidencia estas elecciones en Cuba están dentro del marco de la jornada de la cultura nacional cuando por primera vez, marcada el 20 de octubre de 1868 con su clarinada al cantarse el Himno Nacional cubano, el curso posterior de integración de una sólida estructura cultural, formada por las variadas influencias de los colonos españoles, esclavos africanos y asiáticos e inmigrantes de otras culturas, nos permite exhibir hoy una variada y consolidada combinación de elementos ya convertidos en identitarios de la nacionalidad cubana. Bajo esa defensa de identidad los cubanos somos convocados a votar por los candidatos que con mayores meritos no represente en el barrio y en el municipio. La historia de nuestras elecciones permite mostrar con toda claridad su transparencia, libertad, igualdad, voto secreto y directo y su empadronamiento, por ley, es definida al cumplir cada ciudadano los 16 años de edad además que la acción de voto no esta inducida ni por campañas, promesas yi programas de elecciones. Recordar que nuestra primera elección en Cuba, el 16 de junio de 1900, fuera designada por el gobierno norteamericano que ocupaba el país bajo la llamada Enmienda Platt y fueron tantas la restricciones que solo el 14 por ciento de los ciudadanos con edad electoral ejercieron el voto. Los que han tratado de que enmendemos nuestras elecciones desconocen que desde la primera elección, mencionada en el párrafo anterior, fueron designadas o después copiadas al estilo norteamericano no mostraron ninguna ventaja para los humildes de este pueblo luchador por su derechos y libertad. Los cubanos nos sentimos orgullosos y somos consecuentes con las tradiciones de rebeldía que acogidas por Fidel sintetizan el carácter rebelde de esta nación, sedimentada durante los cuatro siglos de colonización española, con la resistencia de la población aborigen, simbolizada por Hatuey. Figuras ilustres como el presbítero Félix Varela y José de la Luz y Caballero que contribuyeron a forjar el sentimiento independentista cubano. Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de La Revolución que comenzó en La Demajagua el 10 de octubre de 1868. Antonio Maceo, Máximo Gómez, Ignacio Agramonte, bravíos combatientes de las gestas libertarias. Estas elecciones son una muestra más al mundo de lo que representa el Socialismo para los cubanos y hoy el voto lo ejercemos bajo banderas de cambios y perfecciones de nuestro sistema revolucionario y como siempre serán una muestra visible sin soldados ni policías donde los cubanos ejercemos NUESTRA DEMOCRACIA