lunes, 12 de noviembre de 2012

La radio cubana en la decada del 60


Una apreciación no constituye historia sino como alguien percibió su vida en una organización por más de 44 años dedicados, desde diferentes niveles, a producir y conducir la producción radial. Por eso advierto que esto es solo una parte y muchos otros pueden tener diferentes puntos de vistas pero lo necesario es dejar inscrito algunas cosas que se alejan en el tiempo y se distorsionar o no se recuerdan. Desde la década del 60 hasta que llegó la técnica del campo socialista todas las operaciones se realizaban con equipamiento que heredó el proceso revolucionario y se fue nutriendo de personas que aunque no tenían la pericia de los profesionales con año en el medio estos le transmitían a los de nuevos ingreso todos sus conocimientos. Se formaban actores, actrices en la escuela de actuación bajo la conducción de un actor experimentado como Alejandro Lugo de donde hoy se puede escuchar y ver por la televisión en papeles protagónicos como Teresita Rúa y Rogelio Blain por solo mencionar a dos de los muchos que se graduaron en esa escuela. En esta época el trabajo de realización quizás no estaba sustentado desde el punto de vista teórico pero había un sentido de pertenencia y entrega formidable. Otro aspecto muy positivo era la colaboración y ayuda de los que más experiencias tenían hacia los menos ejercitados en las profesiones artísticas. El atraso tecnológico se hacia notar en muchas especialidades como la técnica de grabación y edición dotada de consolas y grabadoras que estaban de altas muchas gracias al esfuerzo abnegado de los técnicos con muchas iniciativas para que no se detuvieran la producción de ninguna emisora. Así ocurría en la musicalización con mesas de tres platos y cuatros brazos desde donde se hacían maravillas de sonidos para crear en los oyentes imágenes de batallas y acontecimientos de nuestra historia o hechos ocurridos en otros lugares pero con una significación importante para la creación de nuevos valores en la sociedad que se estaba construyendo, alejada de egoísmos personales e individualismo de miembros de la sociedad que conservaban rasgos sólidos de un pensamiento ajeno a la aspiración del programa que se conocía desde el alegato por Fidel en el juicio conocido como LA HISTORIA ME ABSOLVERA. Los efectos de sonidos carecían de actualización y los elementos para hacerlos, en muchos casos, recordaban etapas ya pasadas pero sin embargo la creación lograba, con la pericia de los efectistas, hacer imaginar ser de actualidad. El Instituto de Radio y Televisión hacia esfuerzos por dotar de técnicas y transporte ausentes en las emisoras de todo tipo incluidas las nacionales y solo en el caso del Deporte se lograba seguir algunos juegos de equipos principales. Las fonotecas y discotecas para el uso de la musicalización contaban con placas de acetato de 78 revoluciones y muchas en mal estado que para utilizarlas aunque fuese segundos tenía que ser magos los musicalizadores. Pero en este etapa las fuerzas de trabajadores de todo tipo participaban en muchísimas tareas sin que se dejara de producir la programación tanto en la cortes de caña, siembra de café como en la construcción de viviendas, una muestra del arrojo de esos soldados de la revolución que desde el mismo minuto del triunfo del año 1959 se pusieron a disposición para realizar la batalla pendientes de muchos y la continuidad de otros al servicio de acompañar a Fidel y la revolución en todo momento y trasladar con su mensaje el peligro que atravesaba el país por parte de la amenaza permanente de los Estados Unidos que no podían imaginar que una islita hasta ayer convertida en la diversión de fines de semana de turista, empresarios, gobernantes y hasta mafiosos quienes eran los principales emprendedores del país y sus ganancias no era retenidas en Cuba sino iban a parar a Bancos foráneos. Muchos de los creadores buscan el nivel de superación en escuelas y otros realizaban la escuela en programas dirigidos a profesores y alumnos. La voz de la educación integral puso en sus antenas una programación que trataba de cubrir la carencia de profesores por la incorporación masiva de los niños a las aulas y la educación de adultos deseosos de aprender a leer y escribir. Resalta en esta en esta programación el dedicado a los alumnos de primaria con la educación musical conducidos por la profesora Cuca Rivero y música elaborada en su mayoría por el prestigioso músico Mario Romeo. Hoy se recuenta con cariño a la profesora y la forma tan pedagógica de hacer que los alumnos atendieran la señal de radio que les llegaba todos los días a las tres de la tarde. Recordar los primeros años de la revolución en el medio radial nos permite valorar la capacidad de los cubanos para resistir y crecerse antes la dificultades.

No hay comentarios: