sábado, 6 de febrero de 2010

SON O NO DIFERENTES LAS ELECCIONES EN CUBA

Se aproxima un proceso eleccionario en Cuba y no seria ocioso recordar a algunos incrédulos las diferencias que nos distinguen de otras elecciones en el llamado mundo de la democracia representativa.
Cuando analizamos cualitativamente los mecanismos y motivaciones que hacen posible estos resultados con las realidades existentes en los países de sistema de democracia representativa las diferencias son abismales.
Para explicar esas diferencias señalaremos tan solo algunos ejemplos que facilitan que todos los electores que deseen ejercer su derecho al voto puedan hacerlo.
• Inscripción universal, automática y gratuita de los electores. El nombre del elector aparece en listado público al cual tiene acceso fácil, con derecho de hacer la reclamación que estime pertinente, ya sea sobre inclusión o exclusión.
• Las facilidades para ejercer el voto. Los colegios se ubican próximos a la residencia de los electores, con un número reducido de estos por colegio. Solamente se requiere la presentación del carné de identidad o documento de identidad de los institutos armados para ejercer el sufragio y a las personas enfermas o muy ancianas cuando lo solicitan se les hace llegar la boleta para que puedan votar.
• El contenido ético y cívico de las campañas electorales. Los candidatos no pueden hacer campañas a su favor. La biografía y foto de los candidatos se colocan en lugares públicos en la misma área de residencia de los electores.
• El hecho de que la postulación de los candidatos se realice en las propias áreas de residencia de los electores facilita que todos conozcan a quienes se proponen.
• La total transparencia de las elecciones y el control popular que la población ejerce sobre ellas.
Las motivaciones que tiene el pueblo cubano para acudir a las urnas son muchas, de ellas se destacan:
• Todos los ciudadanos con capacidad legal para ello, tienen derecho a intervenir en la dirección del Estado, bien directamente o por intermedio de sus representantes.
• El derecho de los electores a proponer, postular, elegir, controlar, revocar y participar junto a sus representantes en las principales decisiones que competen a él o al Estado.
• Que el voto no sea obligatorio, a la vez que igual y secreto.
• El que todos los cubanos mayores de 16 años de edad, incluyendo los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de las demás instituciones armadas, puedan elegir y ser electos.
• Que el pueblo pueda participar en la revisión de las urnas antes de la votación y en el conteo de los votos.
• Saber que al ejercerse el derecho al voto se defiende la soberanía e independencia de la Patria y se contribuye a la unidad del pueblo para enfrentar los planes del enemigo imperialista para derrotar a la Revolución.
• Saber que el Delegado que se elige representará a los electores en la Asamblea Municipal del Poder Popular, Órgano Superior Local del Poder del Estado, y que mediante él se sentirán ejerciendo gobierno.
El tiempo transcurrido desde 1974 –experiencia de la provincia de Matanzas- y 1976 –primeras elecciones nacionales- ha registrado un constante perfeccionamiento del sistema político cubano y, por ende, del sistema electoral, hasta convertirlo en un orgullo del pueblo y referente excepcional para los países que luchan por un mundo mejor.
Este empeño de perfeccionamiento sistemático ha convertido la circunscripción en la célula fundamental del sistema, al Consejo Popular en el eslabón que faltaba para completar el poder Estatal y ha extendido el voto popular para que los electores elijan directamente a todos los cargos electivos y revocables de los órganos del Poder Popular.
Treinta años de funcionamiento de los órganos del Poder Popular han permitido a los cubanos hacer válido el principio que define a la democracia como el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo,
Nuestro Héroe Nacional José Martí, cuyas enseñanzas han estado presentes en todo lo que hemos hecho hasta aquí, nos convoca a tener siempre presente que:
"Los elegidos que en esa consagración ven sin duda el premio y deber mayores de su vida, llevarán su carga noble y servirán a su tierra con cuanta humildad, y fervor cabe en horas grandiosas en el alma humana".
"El gobierno es un encargo popular: lo da el pueblo, a su satisfacción debe ejercerse; debe consultarse su voluntad, según sus aspiraciones, oír su voz necesitada, no volver nunca el poder recibido contra las confiadas manos que nos lo dieron, y que son únicas dueñas suyas"
Interpretar correctamente estos pensamientos de Martí significa postular y votar de manera conscientes; con pleno conocimiento de a quiénes elegimos y por qué los elegimos y que los órganos del Poder Popular representan el poder del pueblo, ese que hace posible que estemos construyendo el socialismo en nuestro país.

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